Si queremos cambiar una estancia de nuestra casa para darle un nuevo aire o simplemente nos hemos cansado de despertarnos cada día bajo el mismo color, lo más fácil es darle unas manos de pintura a nuestra pared, una solución rápida, fácil y barata (más si lo hacemos nosotros mismos).
En las tiendas especializadas en pintura existen variedad de colores con los que podemos redecorar nuestro cuarto, pero si ninguno de los que están creados de fabrica nos convence siempre nos pueden crear nuestro propio color bajo un gran abanico de posibilidades (una paleta de colores y tonos), ellos mismos mezclaran los colores necesarios y nos llevaremos la cantidad precisa para los metros de nuestras paredes.
Además de la pintura, en la tienda tendremos que comprar cinta de carrocero de distintas medidas de ancho, para poder cubrir los distintos elementos de la habitación que no queremos pintar tales como enchufes, marcos de ventanas, marco de puertas… otra cosa importante a tener en cuenta es la limpieza de los elementos que por su peso y volumen no podemos cambiar de habitación por lo que estarán en la estancia mientras pintamos, puertas, armarios… estos elementos los tendremos que cubrir con plásticos, telas o papel, aseguraros siempre de sujetarlos bien y pegar todas sus partes con cinta de carrocero (no dejara marca) para no estropear muebles ni tener que limpiarlos cuando hayamos terminado de pintar.
Recordad elegir bien el color que vais a utilizar puesto que os acompañara a diario, y no os fieis demasiado del color de la pintura al abrir el bote de la misma, ni al dar la primera mano de pintura en la pared, puesto que este suele ser más oscuro de lo que quedara al secarse, no os asustéis, aunque si queréis estar seguros realizar algunas pequeñas pintada de prueba en un trozo de pared por si deseáis rebajar el tono con algo de blanco antes de comenzar.
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